Las gramíneas representan una de las principales familias de plantas presentes en todos los ambientes y son de considerable importancia debido a su amplia distribución.
El alérgeno más representativo es Phleum pratense y sus alérgenos se pueden dividir en varios grupos, siendo los más importantes el grupo 1 (Phl p 1) y el grupo 5 (Phl p 5).
«La alergia puede causar asma y afectar a la calidad de vida»
Phleum pratense
Los síntomas de la alergia a las gramíneas incluyen rinitis, conjuntivitis, asma e incluso síndrome alérgico oral (SAO). El SAO se caracteriza por un picor en la boca que surge después de ingerir un alimento vegetal, probablemente crudo. Las formas asmáticas son particularmente recurrentes en ocasiones de exposición intensa al alérgeno en sí. Las fluctuaciones estacionales son muy frecuentes y, por tanto, pueden repercutir en los síntomas de los pacientes. Los síntomas alérgicos producidos por las gramíneas pueden aparecer incluso a bajas concentraciones de polen, esto sucede porque las partículas alergénicas tienen dimensiones muy pequeñas que facilitan su entrada en las vías respiratorias bajas.
La floración de la mayoría de las gramíneas se produce desde finales de marzo hasta septiembre, con picos en el mes de mayo.
A menudo encontramos reactividad cruzada con alérgenos de otros pólenes.
Si un paciente sensibilizado al polen de gramíneas come ciertos alimentos, como algunas frutas (higo, melón, naranja, kiwi, sandía, rosáceas), verduras (tomate, patata), frutos secos (cacahuetes) o cereales puede tener síntomas de SAO. Suelen consistir en: picor de garganta, picor de la boca o de los labios, que a veces pueden acompañarse de inflamación de los labios, lengua o garganta.
Normalmente, aparecen transcurridos unos minutos después de comer el alimento y pueden durar de minutos a horas. En la mayoría de los casos, los alérgenos responsables (profilinas) se desnaturalizan rápidamente mediante la cocción y la digestión, aunque algunos pacientes pueden presentar reacciones sistémicas. Estos síntomas podrían empeorar durante las épocas con recuentos elevados de polen (normalmente durante la primavera).
